Genero, Etnicidad, trabajo en Bolivia y
limitantes para el acceso por parte de las mujeres
Dentro
del planteamiento de una nueva agenda política propuesta en Bolivia y la
construcción de un nuevo modelo de desarrollo económico que dé lugar a la
mejora de las condiciones de carácter político, sociales, económicas,
culturales respecto a la exclusión que
se dio a lo largo de la historia a las mujeres en Bolivia marcando una
constante sobre la realidad de pobreza y alta desigualdad en el país se
considero en el presente documento comentarios respecto a temas de género,
etnicidad y clases los cuales se comentaran a continuación.
La
figura de desigualdad se profundizo mas al presentarse una persistente “estratificación
del universo laboral por género, etnicidad y clase
es uno de los principales mecanismos de estructuración de las desigualdades socio-culturales
y económicas de la sociedad boliviana” (Wanderley,
Fernanda, pág. 146).
Claramente
se puede observar que producto de esta estratificación del universo laboral se
produjo grandes brechas marcadas por las diferencias de género, etnicidad y
clases que dio lugar a la estructuración de las desigualdades en todos los ámbitos
considerados dentro de una sociedad.
Así también,
se puede visualizar cinco características del mercado laboral en Bolivia en los
últimos 60 años: (i) bajo crecimiento económico, (ii) divorcio entre los sectores
impulsores de crecimiento y los sectores generadores de empleo, (iii)
concentración del empleo en el sector informal (no regulado y sin protección
social), (iv) migración laboral nacional e internacional y (v) crecimiento del
empleo en sectores de servicios y comercio de baja productividad y
remuneración. (Wanderley,
Fernanda, pág. 146).
Dentro
del planteamiento de género y etnicidad en el campo laboral se debe considerar
el concepto de equidad que implica dar iguales condiciones de acceso a fuentes
de trabajo tanto a mujeres como a hombres sean estas personas de origen indígena
o no.
En
nuestra sociedad, actualmente se podría decir que el tema de igualdad de género
esta ya encaminado pero con un avance lento, ya que desde la aprobación de la
nueva Constitución Política del Estado se promulgaron leyes y normas que precautelan los derechos de
las mujeres en Bolivia. Pero hay que también reconocer que "desde la
perspectiva de género, las realidades
socio - laborales de hombres y mujeres están constituidas por el conjunto de
actividades orientadas a la generación de ingresos y a la reproducción de la familia" (Wanderley,
Fernanda, pág. 148).
En
este sentido se debe también tener presente el rol que juega la mujer dentro la
familia como en su calidad reproductora de la misma, situación que a momentos
se constituye en la limitante para su inserción en el ámbito laboral, mucho dependerá
de la distribución de las responsabilidades al interior del hogar, ya que en la
mayoría de los casos el cuidado de los hijos en el seno de la familia está
encomendada a la mujer, de todos modos, esta situación no debería ser una
limitante para la consideración de la mujer en un ámbito de igualdad para el
acceso a una fuente laboral ya que debería practicarse el concepto del chacha
warmi referido a la complementariedad que se debe dar entre hombre y mujer en relación
a las obligaciones que se dan dentro de las tareas que se presentan dentro la familia.
Bajo
este contexto, lo que se debe buscar es tratar de alcanzar y cumplir la agenda
de trabajo decente, ya que esto dará lugar a contar con "un trabajo productivo y remunerado para hombres y
mujeres. Para las mujeres esto implica (i) aumentar sus posibilidades de acceso
al trabajo remunerado y oportunidades de generación de ingreso, (ii) disminuir
la invisibilidad del trabajo realizado en diversas áreas no reconocidas como tal,
(iii) mejorar la calidad de sus empleos. Sin embargo, los problemas que afectan
la calidad del empleo de las mujeres y, por lo tanto, las acciones adecuadas
para superarlos no son precisamente las mismas para todas las ocupaciones y
sectores. En otras palabras, la dignificación del empleo y, específicamente, la
equidad de género y étnica requiere de acciones diferenciadas para los diversos
tipos de ocupación e inserción laboral en el seno de un marco común de políticas"
(Wanderley, Fernanda, pág. 149).
Dentro de estos puntos consideraremos uno que es importante ya que
es el referido al acceso al trabajo remunerado y oportunidades de generación de
ingreso para la mujer, ya que el hecho de no contar con un trabajo de carácter
formal deja de lado la posibilidad de acceder a un salario fijo y algo
importante el acceso a la seguridad social de corto y largo plazo.
Se
puede observar que en lo referido a la Seguridad Social la mayoría de las
personas que accedieron a una renta en el Sistema de Reparto son hombres ya que
del 100% de rentistas existentes el 70% son hombres y el 30% son mujeres, lo
que muestra que las mujeres jugaban otro rol dentro de la sociedad, en algunos
casos simplemente contaban con un trabajo informal o en su defecto desarrollaban
labores de casa, dichas situaciones que no eran reconocidas de acuerdo a la
normas de trabajo, vale decir que no realizaban ninguna clase aportes al seguro
de corto plazo que estaba relacionado a la
atención de salud, ni al seguro de largo plazo relacionado a la
obtención de una renta o pensión de jubilación. Esta figura nos confirma la falta
de equidad de género en el acceso al trabajo, en ese sentido no existía transversalidad
entre hombre y mujer más al contrario existía una asimetría dentro de lo que
era el campo laboral ya que el conseguir un trabajo remunerado por parte de una
mujer era una situación difícil, lo cual generaba un grado importante de
dependencia de la mujer hacia el hombre.
En ese entendido, debemos concluir que el proceso de incorporación
de la equidad de género y etnicidad en el ámbito laboral ya se ha iniciado en
nuestro país, pero aun nos falta un largo camino que recorrer para la consolidación
de las mismas, ya que evidentemente contamos con políticas y normas
proteccionistas hacia los derechos de la mujer, pero las mismas, no son
aplicadas ni asumidas ni por las mismas mujeres, es ahí donde se debe atacar en
cambiar la mentalidad de la sociedad hombres y mujeres para que al final se
logre el objetivo de contar con una realidad donde tanto hombres como mujeres
tengan las mismas oportunidades de acceso a una fuente laboral remunerada.
Evidentemente la situación en nuestro país va cambiando con el
transcurrir del tiempo ya que poco a poco tomamos conciencia y asumimos el papel
que juega la mujer dentro la sociedad, situación que finalmente dará lugar a la
consolidación de la equidad de género en el campo político, cultural, económico
y social dentro de nuestra amada Bolivia.
Wanderley,
F. (2008).Género y desafíos post-neoliberales. Género, etnicidad y trabajo en
Bolivia. Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES –UMSA.