martes, 3 de junio de 2014

Genero, Etnicidad, trabajo en Bolivia y limitantes para el acceso por parte de las mujeres



Genero, Etnicidad, trabajo en Bolivia y limitantes para el acceso por parte de las mujeres

 
Dentro del planteamiento de una nueva agenda política propuesta en Bolivia y la construcción de un nuevo modelo de desarrollo económico que dé lugar a la mejora de las condiciones de carácter político, sociales, económicas, culturales respecto a la  exclusión que se dio a lo largo de la historia a las mujeres en Bolivia marcando una constante sobre la realidad de pobreza y alta desigualdad en el país se considero en el presente documento comentarios respecto a temas de género, etnicidad y clases los cuales se comentaran a continuación. 

La figura de desigualdad se profundizo mas al presentarse una persistente “estratificación del universo laboral por género, etnicidad y clase es uno de los principales mecanismos de estructuración de las desigualdades socio-culturales y económicas de la sociedad boliviana” (Wanderley, Fernanda, pág. 146).

Claramente se puede observar que producto de esta estratificación del universo laboral se produjo grandes brechas marcadas por las diferencias de género, etnicidad y clases que dio lugar a la estructuración de las desigualdades en todos los ámbitos considerados dentro de una sociedad.

Así también, se puede visualizar cinco características del mercado laboral en Bolivia en los últimos 60 años: (i) bajo crecimiento económico, (ii) divorcio entre los sectores impulsores de crecimiento y los sectores generadores de empleo, (iii) concentración del empleo en el sector informal (no regulado y sin protección social), (iv) migración laboral nacional e internacional y (v) crecimiento del empleo en sectores de servicios y comercio de baja productividad y remuneración. (Wanderley, Fernanda, pág. 146).

Dentro del planteamiento de género y etnicidad en el campo laboral se debe considerar el concepto de equidad que implica dar iguales condiciones de acceso a fuentes de trabajo tanto a mujeres como a hombres sean estas personas de origen indígena o no.

En nuestra sociedad, actualmente se podría decir que el tema de igualdad de género esta ya encaminado pero con un avance lento, ya que desde la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado se promulgaron  leyes y normas que precautelan los derechos de las mujeres en Bolivia. Pero hay que también reconocer que "desde la perspectiva de género,  las realidades socio - laborales de hombres y mujeres están constituidas por el conjunto de actividades orientadas a la generación de ingresos y  a la reproducción de la familia" (Wanderley, Fernanda, pág. 148)

En este sentido se debe también tener presente el rol que juega la mujer dentro la familia como en su calidad reproductora de la misma, situación que a momentos se constituye en la limitante para su inserción en el ámbito laboral, mucho dependerá de la distribución de las responsabilidades al interior del hogar, ya que en la mayoría de los casos el cuidado de los hijos en el seno de la familia está encomendada a la mujer, de todos modos, esta situación no debería ser una limitante para la consideración de la mujer en un ámbito de igualdad para el acceso a una fuente laboral ya que debería practicarse el concepto del chacha warmi referido a la complementariedad que se debe dar entre hombre y mujer en relación a las obligaciones que se dan dentro de las tareas que se presentan dentro la familia.      

Bajo este contexto, lo que se debe buscar es tratar de alcanzar y cumplir la agenda de trabajo decente, ya que esto dará lugar a contar con "un trabajo productivo y remunerado para hombres y mujeres. Para las mujeres esto implica (i) aumentar sus posibilidades de acceso al trabajo remunerado y oportunidades de generación de ingreso, (ii) disminuir la invisibilidad del trabajo realizado en diversas áreas no reconocidas como tal, (iii) mejorar la calidad de sus empleos. Sin embargo, los problemas que afectan la calidad del empleo de las mujeres y, por lo tanto, las acciones adecuadas para superarlos no son precisamente las mismas para todas las ocupaciones y sectores. En otras palabras, la dignificación del empleo y, específicamente, la equidad de género y étnica requiere de acciones diferenciadas para los diversos tipos de ocupación e inserción laboral en el seno de un marco común de políticas" (Wanderley, Fernanda, pág. 149).

Dentro de estos puntos consideraremos uno que es importante ya que es el referido al acceso al trabajo remunerado y oportunidades de generación de ingreso para la mujer, ya que el hecho de no contar con un trabajo de carácter formal deja de lado la posibilidad de acceder a un salario fijo y algo importante el acceso a la seguridad social de corto y largo plazo. 

Se puede observar que en lo referido a la Seguridad Social la mayoría de las personas que accedieron a una renta en el Sistema de Reparto son hombres ya que del 100% de rentistas existentes el 70% son hombres y el 30% son mujeres, lo que muestra que las mujeres jugaban otro rol dentro de la sociedad, en algunos casos simplemente contaban con un trabajo informal o en su defecto desarrollaban labores de casa, dichas situaciones que no eran reconocidas de acuerdo a la normas de trabajo, vale decir que no realizaban ninguna clase aportes al seguro de corto plazo que estaba relacionado a la  atención de salud, ni al seguro de largo plazo relacionado a la obtención de una renta o pensión de jubilación. Esta figura nos confirma la falta de equidad de género en el acceso al trabajo, en ese sentido no existía transversalidad entre hombre y mujer más al contrario existía una asimetría dentro de lo que era el campo laboral ya que el conseguir un trabajo remunerado por parte de una mujer era una situación difícil, lo cual generaba un grado importante de dependencia de la mujer hacia el hombre.

En ese entendido, debemos concluir que el proceso de incorporación de la equidad de género y etnicidad en el ámbito laboral ya se ha iniciado en nuestro país, pero aun nos falta un largo camino que recorrer para la consolidación de las mismas, ya que evidentemente contamos con políticas y normas proteccionistas hacia los derechos de la mujer, pero las mismas, no son aplicadas ni asumidas ni por las mismas mujeres, es ahí donde se debe atacar en cambiar la mentalidad de la sociedad hombres y mujeres para que al final se logre el objetivo de contar con una realidad donde tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades de acceso a una fuente laboral remunerada.
Evidentemente la situación en nuestro país va cambiando con el transcurrir del tiempo ya que poco a poco tomamos conciencia y asumimos el papel que juega la mujer dentro la sociedad, situación que finalmente dará lugar a la consolidación de la equidad de género en el campo político, cultural, económico y social dentro de nuestra amada Bolivia.












Wanderley, F. (2008).Género y desafíos post-neoliberales. Género, etnicidad y trabajo en Bolivia. Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES –UMSA.

El patriarcalismo y su efecto dentro la sociedad



El patriarcalismo y su efecto dentro la sociedad



En esta publicación abordaremos al patriarcado como factor de desigualdad no solo entre hombres y mujeres sino en toda la sociedad, en el sentido de que el patriarcado es reflejado como el "origen natural de la capacidad de mando de los hombres se extendía al ámbito público, donde solo podían ejercer derecho de ciudadanía los "hombres libres" condición de las que estaban excluidas las mujeres y el resto de la población" (Ibarnegaray, 2012)



El patriarcado es un concepto referido a la forma de organización política, económica, religiosa, y social basado en la idea de autoridad y liderazgo del varón en la que se da el predominio al hombre hacia la mujer, del marido sobre la esposa, del padre sobre la madre los hijos, …., ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetúan como única estructura posible (Ibarnegaray, 2012)



En la antigüedad se consideraba al patriarcado como base fundamental de la economía, de la sociedad y la familia según lo expuesto por Aristóteles hace 330 años antes de Cristo en el que sostenía que la administración de la familia descansaba en tres clases de poder: el del señor sobre sus esclavos, el del esposo sobre la mujer y el del padre sobre los hijos.



Esta afirmación es sustentada de acuerdo a la  proposición de que:



"Hay, por efecto natural y para conservación de las especies, un ser que manda y otro que obedece; el que por su inteligencia es capaz de previsión, este tiene naturalmente la autoridad y el mando...."(Ibidem, I.i.)





“El patriarcalismo, es además, adultista y homofóbico, es constructor de jerarquías excluyentes, es guerrerista y autoritario, es negador de las diferencias entre los seres humanos; en consecuencia, no afecta exclusivamente a las mujeres, se impone al conjunto de la sociedad donde se establece, Se trata entonces, de un rol que funda, estructura y constituye las relaciones sociales, tanto en el ámbito público como el privado” (Ibarnegaray, 2012)



Pero dentro de esta figura también se puede evidenciar aspectos que se contraponen a los hombres en un sentido de que "configuran la masculinidad dominante y que a la final terminan enajenando al ser humano masculino para convertirlo en un patriarca que, aun cuando no alcance la gloria del poder en la sociedad tendrá siempre en su propio hogar (en el ámbito privado) el espacio donde estará permitido ejercer ese "don natural".



En conclusión, lamentablemente el patriarcalismo aun persiste, ya que se constituyo toda una estructura de poder que en el transcurso del tiempo continua traspasando fronteras, tanto históricas como sociales, así también territoriales y simbólicas que no permiten dar el siguiente paso que sería el de alcanzar una sociedad de igualdad de género y complementariedad entre hombres y mujeres.   











Ibernagaray, J. (2012). Entre el discurso y la práctica: Dilemas de despatriarcalización en el proceso de cambio. (p. 143) Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la despatriarcalización en Bolivia. Carmen Sanchez comp. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer. Editorial Presencia.